Proteínas cárnicas

El colágeno hidrolizado se obtiene de los huesos y los tejidos conjuntivos de cerdo o de vaca. La proteína hidrolizada de colágeno es muy asimilable, aporta aminoácidos propios del colágeno de forma rápidamente disponible, ayudando a nutrir los tejidos orgánicos cuya estructura está formada por esta proteína, contribuyendo a mantener el buen estado de nuestro propio colágeno y esos tejidos.
Disponible en diferentes calidades organolépticas, tamaño de partícula (estándar o aglomerada) y orígenes (porcino o bovino).

Las propiedades únicas del plasma le dan una amplia gama de aplicaciones. La formación de un gel estable e irreversible después del calentamiento hace que sea excelente para dar estructura a la carne.
Disponible en polvo y concentrado congelado.

La sangre de porcino en polvo, con un 95% de proteínas de sangre pura, se puede usar fácilmente para reemplazar la sangre fresca en su morcilla o cualquier embutido de sangre. Altamente soluble y fácil de usar en lugar de sangre fresca.

La globina porcina es un excelente emulsionante que estabiliza la grasa y el agua de los embutidos emulsionados. Se puede usar para evitar la pérdida de grasa durante la cocción de hamburguesas o salchichas. Aporta una mejor sensación en la boca y menos pérdidas durante la cocción. En frío emulsiona 1-7-7 y en caliente (como el caso del paté) 1-20-20.

Las proteínas de porcino y bovino de alta funcionalidad se utilizan para aplicaciones de inyección, curados y/o emulsión. Mejoran la textura del producto, su suculencia y mejoran los rendimientos.
Disponibles en diferentes orígenes: porcino y bovino.

La hemoglobina de sangre de cerdo se utiliza principalmente como agente colorante natural. Las células rojas estabilizadas tienen un bonito color rojo. Esta proteína es perfecta para darle a sus productos un aspecto «más cárnico». Ideal para todo tipo de productos curados como el salchichón, salami, fuet…ya que no coloreará la grasa y mejorará el color del mosaico carne-grasa.